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martes, 28 de marzo de 2023

#CORRUPSURF - PROCURADOR RIGOBERTO GONZALEZ SOLICITÓ A PANDEPORTES Y ATP INFORMACIÓN SOBRE MUNDIAL DE SANTA CATALINA

 


#CORRUPSURF - PROCURADOR RIGOBERTO GONZALEZ SOLICITÓ A PANDEPORTES Y ATP INFORMACIÓN SOBRE MUNDIAL DE SANTA CATALINA El Procurador de la Administración le solicitó al Director de Pandeportes y de la Autoridad de Turismo de Panamá - los montos otorgados a Patrick Castagnet para Mundial Surf en Santa Catalina #Corrupsurf #pasapatipasapami Games @duke_surf @panamericansurf - recibirá nota formal solicitando la Cuantía Pecuniaria recibida de #SurfBoxInc y costos de inscripciones - tal como se indica en Leyes de Transparencia y Anti Corrupción de la República de Panamá #endesarrollo @milpasonline #law #legal #milpasonline 👮‍♀️👨‍⚖️‼️🇵🇦👁️

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miércoles, 22 de marzo de 2023

LA BOMBA QUE ESTALLÓ EN BALI Y NO TOCÓ A LA APS

 


en la foto : Roger Castillero, Peter Novey, Gloria María De León, Gary Saavedra, Patrick Castagnet. 

 "Fui bendecido", es lo único que el campeón nacional de surf, Gary Saavedra se le ocurre, tras preguntársele cómo se siente luego de haber sobrevivido milagrosamente al ataque terrorista más sangriento que ha sufrido el mundo, desde el 11 de septiembre del 2001. Cinco minutos antes de que un carro bomba volara en mil pedazos la discoteca Sari en Bali matando a 200 turistas, Gary había salido del centro nocturno impulsado por unas repentinas ganas de comerse un helado en un McDonalds que estaba a 200 metros de distancia. Es como si Dios mismo lo hubiera llevado de la mano diciéndole: "hoy no te toca a ti". Gary había viajado a Indonesia junto con otros 9 panameños, con quienes había filmado un reportaje sobre surf para la cadena ESPN Latinoamérica. Durante la semana, el grupo había entrado por lo menos cuatro veces a Sari para celebrar. 


 "El día anterior todos los panameños habíamos estado en la discoteca, porque ya habíamos terminado con el reportaje. Ese viernes nos quedamos hasta bien tarde", recuerda Saavedra. La noche del sábado 12 de octubre, Gary se encontraba separado del resto de los panameños, quienes tenían una cena programada,. Gary esperaba reencontrarse con ellos más tarde. "Me dije: voy a bañarme, alistarme y me voy directamente a la discoteca, porque seguro que van a pasar por ahi hoy". Sari era una discoteca frecuentada por turistas extranjeros; más que nada, surfers de todas partes del mundo. El ambiente era al aire libre. Gary cuenta que entró a la discoteca, salió y volvió a entrar para ver si esta vez encontraba a su clan, que en este momento se encontraba en un café internet, a una cuadra de Sari. Frustrado por no ubicarlos, Gary tomó la decisión de ir al McDonalds más cercano para comer un helado.









 Cuando estaba aproximadamente a 200 metros de la discoteca, un artefacto explosivo sembró el terror en el centro de diversión. "Estaba llegando al McDonalds y tuve una sensación muy extraña. Primero fue como un silencio, y después se estremeció todo", afirma. La fuerza de la explosión hizo volar toda la discoteca, y las ventanas de todos los edificios en las cuadras adyacentes se rompieron, hiriendo a centenares de personas que se encontraban fuera del perímetro. Pero Gary no sufrió ni un rasguño. "Algunas personas que estaban más lejos de mí quedaron cortados y heridos. Pero a mí ni tan siquiera me cayó un vidrio", cuenta sorprendido. Saavedra recuerda que el momento fue muy traumático. Gente herida, gritando y corriendo por todos lados". Entre el caos, se reencontró con sus amigos, quienes ni cortos ni perezosos regresaron al hotel muertos de miedo y desesperados por regresarse a Panamá. "Me siento bendecido. La verdad es que es un milagro que yo esté con vida. Gente con la que hablaba todos los días en la playa sí murieron". 






A pesar de que reconoce que esa noche marcó las vidas de todos para siempre, Gary cree que tal vez en un futuro volverá a surfear las olas de Bali. "Al principio no quería saber más de Bali; pero ahora pienso que esto no me va a reprimir para viajar. No podemos controlar lo que los terroristas estén haciendo a nivel mundial", reflexiona Gary. "Cuando está para ti está para ti; y esta vez no estuvo para mi".




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40 horas de surf: el australiano Blake Johnston batió un récord mundial

 


El australiano Blake Johnston batió este viernes el récord del mundo de la sesión de surf más larga encadenando olas durante 40 horas en una playa de Sídney 🏄‍♂️ Johnston, antiguo profesional de 40 años, rompió a llorar tras haber superado con gran autoridad el anterior récord, las 30 horas y 11 minutos del sudafricano Josh Enslin, surfeando entre bancos de medusas en el océano nocturno. El australiano regresó a la arena después de las 17h00 (06h00 GMT), ovacionado por cientos de personas llegadas desde la playa de Cronulla. Johnston había comenzado su desafío el jueves a la 01h00 (15h00 GMT), bajo la luz de los proyectores. En total surfeó más de 700 olas, con varias pausas para alimentarse, ponerse protector solar o gotas en los ojos


   
 Un hombre australiano llamado Blake Johnston, surfista profesional retirado de 40 años, batió este viernes el récord mundial de la sesión más larga de surf, con 40 horas domando olas que lo dejaron “bastante hecho polvo”, según comentó a la prensa local durante la realización de este hito. Johnston rompió en llanto en la playa Cronulla de Sídney tras batir el récord que previamente pertenecía al sudafricano Josh Elsin de 30 horas y 11 minutos. Muy emocionado, agradeció brevemente a los cientos de aficionados que lo fueron a apoyar. “Todavía tengo trabajo por hacer.







 Dije 40, así que iré y lo intentaré. Estoy bastante hecho polvo, sí, pero voy a apretar”, le dijo a la prensa en uno de sus cortos descansos permitidos para comer y beber, antes de volver al mar para intentar llegar a las 40 horas. En total surfeó más de 700 olas, con varias pausas para alimentarse, ponerse protector solar o gotas en los ojos. En el momento en que cayó la noche, utilizaron unos focos de luz artificial para alumbrar las aguas y seguir la tarea entre bancos de medusas en el océano nocturno. En cada salida, autorizada por el reglamento, los médicos verificaron su ritmo cardiaco y su presión arterial antes de dejarle continuar en un océano con la temperatura del agua a 24 grados, lo que reducía los riesgos de hipotermia. 






 Johnston buscaba el récord para recaudar dinero destinado para la salud mental, un tema muy íntimo para él que perdió a su padre porque se quitó la vida hace 10 años. Con su nueva marca, recolectó 330.000 dólares australianos (USD 221.000) que serán destinados para la prevención de suicidios. No es la primera vez que Blake Johnston se lanza a una aventura que requiere mucha resistencia. Ya ha sido famoso por ponerse al límite con pruebas físicas. Por ejemplo, en 2020, corrió 100 kilómetros por la accidentada costa sur de Sídney, y lo hizo sin calzado en sus pies en la mayor parte del recorrido. (Con información de AFP)

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