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miércoles, 14 de abril de 2021

NORUEGO SECUESTRADO EN VERAGUAS APARECE EN BIQUE ARRAIJÁN


 

Por Julia Elena Alvear P. 14 DE abril de 2021 

 Ludvig Edvarsen tuvo un día de suerte, y en pocas palabras se puede decir que volvió a nacer hoy 14 de marzo. Y a medida que pasan las horas se conoce que pasó aquella mañana cuando la víctima desaparece hasta hoy. En Bique de Arraiján, una señora que estaba en las afueras de su casa, cuando vio frente así, el rostro de un hombre blanco, huesudo, descalzo con poca ropa y esposado de mano y que al hablarle le dijo “ayúdeme me secuestraron”. 

 En los ojos azul grisáceos de Ludvig se leía el alivio y la esperanza de que viviría para contar como sobrevivió a su captores que lo secuestro el pasado 30 de marzo, y que entonces muchos pensaron, qué había pasado con él y si la tierra se lo había tragado. 

 Fuentes confiables revelaron a Panamá Press que el empresario de 74 años, llegó caminando hasta la casa de la señora, y esta enseguida llamó a la policía del área. Cuando los policías llegaron uno de estos reconoció al noruego y le preguntó su nombre, “entonces se da la voz de alerta que estaba con vida”. Estaba sin zapatos, deshidratado con hambre y marcas en las muñecas producto del tiempo que llevaba con las esposas y algunos golpes en el cuerpo. 

 En su nariz se le ve una perforación pero no se tiene certeza que se trate de un golpe o una herida producida por un cáncer de piel. Todo hace pensar que el empresario Noruego lo tenían escondido en un lugar al cual no pudieron llegar parte de la organización criminal que lo privó de su libertad y lo trasladó desde Veraguas hasta Arraiján. Ludvig Edvarsen sintió que sus captores no llegaban como solían hacerlo, lo dejaban atado, pero el Noruego sintió que estos no habían regresado en los últimos 2 días, Estaba solo sin comida ni agua y se las jugó. 

 Salió como pudo de donde estaba confinado y empezó a caminar por Bique que es una población pesquera apartada con camino de tierra, y busca ayuda en una vivienda.
INTERESANTE. La víctima es un hombre alto que mide un metro 79 centímetros. Al momento de su desaparición pesaba cerca de 190 libras. Sus hábitos alimenticios eran saludables, y de hábitos rutinarios. De su desaparición se puede deducir que hay una persona que suministró datos precisos de la rutina de la víctima, quien sale aquel 30 de marzo (martes) en la mañana rumbo a Santiago a entrevistarse con un hombre, al cual iba a llevar a la montaña para que le hiciera unos trabajos de construcción para avanzar en su proyecto turístico ecológico.

 Ludvig quien en su tierra natal se dedicaba al Buceo y que se jubiló, llegó a Panamá hace 16 años, es el creador del concepto y desarrollo turístico de Torio Hills, en el que participan otros empresarios que desarrollan hostales y lugares de acogía para realizar el turismo ecológico. Aquella mañana Ludvig viajaba en el carro pick up, el cual no ha aparecido, lo que significa que en su secuestro participaron un mínimo de 6 personas. 

 Al empresario lo trasladaron en otro vehículo le cubrieron los ojos y lo sometieron con palabras intimidatorias, robándoles todas sus pertenencias: celular, reloj, cartera, tarjetas de crédito y algo de dinero. Su estado de salud es buena recibió atención médica en el hospital donde lo hidrataron y ya fue dado de alta. Las investigaciones las lleva el Fiscal Emeldo Márquez, de Crimen Organizado. Durante los últimos días las autoridades policiales realizaron múltiples operativos en Veraguas y en la ciudad capital, que pueden haber influido para crear la oportunidad que tanto necesitaba la víctima, y que sin duda aprovechó para escapar y pedir ayuda. 

 En materia de secuestros o desaparecidos las primeras 24 horas son vitales. Pero cuando una víctima cae en manos de un grupo criminal, depende de un descuido, porque no hay crimen perfecto. Es como jugar al gato y al ratón. 

 Pasaron 16 días, y el reloj en materia de desaparecidos corría en contra, pero los operativos lograron su cometido y le dieron presión para evitar que los criminales regresaran por la víctima, quien vivió para contarlo. Sin duda alguna Ludvig Edvarsen volvió a nacer.

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